Puedo recordar claramente mi primer bicicleta. Una bici de hierro, pesada, con ruedas rodados 24 y color gris. Les aseguro que no era para nada linda mi bici, pero fue en ella en la que desde temprana edad empecé a darme cuenta de que algo me llamaba dentro por este deporte.
También de mi primer carrera, en un circuito callejero de mi ciudad, donde ni siquiera logré concluir la mitad de la carrera y terminé llorando en la ambulancia de mi padre de vergüenza. A pesar de que no era el deporte en el que más me destacaba, algo me invitaba a continuar.
Muchas veces me pregunto de por qué elegí el ciclismo, un deporte tan exigente, de un ambiente difícil, poco reconocido en mi país, etc. y la única respuesta que encuentro, es que es un deporte que se adapta a mi vida. A mi ser, a mi personalidad.
He crecido, he madurado, me he hecho persona con el ciclismo.
Es un deporte en el que aprendes a que en la vida todo se consigue paso a paso, sin prisa, con mucho sacrificio, disciplina y conducta. Que la derrota y la victoria, nada tienen que ver con el éxito y el fracaso. Que de un momento a otro, puedes encontrarte solo y debes mantener la calma y actuar con sangre fría. Que tus oponentes son solo obstáculos y que a quien debes superar es a ti mismo. Que por más que creas saberlo todo, si no escuchas y aprendes de las personas sabias, jamás lograras superarte.
Me ha enseñado a que cada carrera es una opción, cada derrota una oportunidad para superarse y cada victoria una consecuencia. He podido trasladar todo esto a mi vida personal y les aseguro que todo es más sencillo.
El ciclismo a pesar de que me ha impedido realizar cosas que realmente hecho de menos, como poder continuar mis estudios universitarios, compartir mas cosas con mi familia y seres queridos, etc. también me ha regalado muchísimas otras cosas como amistades, viajes, mementos, vivencias, conocer el mundo, entre otras. que sin dudas compensan de la mejor manera tanto sacrificio.
Hoy, con 21 años cumplidos, he logrado alcanzar un objetivo que me había propuesto en la misma época en la que salía a andar a la vuelta de mi casa cuando era un niño, o cuando andaba en la pista de tierra de mi ciudad y dejaba volar mi mente por horas enteras, que es el objetivo de correr en un equipo europeo. el continente del ciclismo por excelencia.
El camino no fue fácil, para nada. Hubo que dejar muchas cosas importantes de lado, pero tenía las cosas claras y seguras en mi cabeza y esto hacia que nada se interponga en mi camino. Hoy luego de muchos años de un trabajo sin pausa pero sin prisa, he firmado con un importante equipo Español, el Construcciones Paulino - PC Manzanillo.
Estoy viviendo en la provincia de Asturias, una de las zonas importantes del ciclismo español y europeo. He conseguido lo que tanto buscaba y lo que a mi entender me permitirá dar un gran salto, que es poder contar con un equipo con mentalidad y apuesta. Con trabajo profesional y rodeado de gente capacitada al máximo de las que se aprende cada momento.
Esto me permite vivir como un profesional las 24 horas del día. Tiempo atrás tenia este objetivo como techo, pero hoy habiéndolo logrado, mis ambiciones crecieron. Se que puedo más, se que nada es imposible. Siempre con los ojos abiertos, conciente de la realidad y siguiendo por el camino que me trajo hasta aquí, estoy seguro de que puedo crecer aun mas. Solo depende de mi.
Sin lugar a dudas este camino no lo caminé solo, he tenido personas que han estado a mi lado en todo momento y que sin ellos hubiera sido imposible, como son mi familia, a quienes les estoy infinitamente agradecido por haberme dejado optar con libertad sobre mi futuro! Sin dudas, una difícil decisión de unos padres para un hijo en un país donde la cultura, costumbre e ideología es otra. Me es gratificante demostrarles que no se han equivocado. Mis amigos, a quienes les estoy en deuda por tantas veces
haber dejado de compartir cosas con ellos por mis compromisos. A mi novia, que a pesar de la distancia es un apoyo fundamental. Mis seres queridos, y a la gente de mi ciudad que siempre tiene palabras de aliento. Y sin dudas al más importante, a Dios, que me guía y camina a mi lado en cada momento de mi vida. Desde ya muchas gracias a todos.
Fuente: LEA Revista de Quimilí
